Cómo ser feliz en el trabajo (y en la vida)

¿Cómo ser feliz? Una gran pregunta y complicada de responder. Pasamos demasiado tiempo trabajando como para no ser feliz en el trabajo ¿verdad? Este artículo no pretende ser una receta infalible que te garantice empezar a ser feliz en el trabajo de manera instantánea. Ser feliz no es una elección, es cuestión de actitud y propósitos.

En Ocupa2 hubiéramos puesto otro título más largo: Cómo ser feliz en el trabajo (y en la vida) si tu quieres, te empeñas, los demás te dejan, las circunstancias te lo permiten, tus compañeros y tu jefe te lo consienten, y el universo alinea sus astros para estar a tus pies, pero Google nos dice que el título es demasiado largo y que tenemos que acortarlo.

El objetivo por el que has llegado hasta aquí es ser feliz en el trabajo, pero si consigues este propósito no sólo serás feliz, mejorarás el desempeño en tu empresa, aumentarás tu motivación y conseguirás disminuir el estrés.

SE-GU-RO.

Y el resto de cosas vienen solas: lo positivo atrae a lo positivo. Llamémoslo el imán de la felicidad. Esto se verá reflejado a su vez en tu vida personal y los que te rodean lo notarán. Experimentarás un mejor sentido del humor y eso hará que el resto de personas adopte otra actitud ante ti.

El primer mini consejo express que te vamos a dar es: sé observador (be observador, my friend). Es gratis y no te puedes imaginar la de cosas positivas que pasan a nuestro alrededor y que no somos capaces de ver e interiorizar. Cuando ves a alguien ayudar a un desconocido, cuando ves una pareja de ancianos caminando por la calle cogidos de la mano, cuando sale un arco iris en medio de un día gris o cuando pasas por una calle con olor a pan recién hecho. Hay que saber disfrutar de estos momentos. Así que observa y disfruta de la vida.

1. Pensamientos positivos desde por la mañana hasta que te acuestes

Topicazos como “Levántate cada día con ganas de comerte el mundo” u “hoy puede ser un gran día” es la actitud adecuada para comenzar. Mantener una actitud positiva y rodearse también de personas positivas es la clave de todo este artículo. La felicidad se contagia y con esto ya tienes ganado un buen porcentaje de lo que buscas.

Cuando te levantes, hazlo con tiempo, no empieces con el estrés de “no me da tiempo”. Levántate 1 hora antes y comienza desde ese momento a dedicarte tiempo para ti, a desayunar con tranquilidad, a leer un poco, a ordenar tus cosas o  ¡ponte tu canción favorita! En serio, la música es capaz de generar en tu mente estados de ánimo. Piensa en esa canción que te pone los pelos de punta, que es imperecedera en cualquier momento de tu vida y te hace bailar en cualquier momento del día. Si no caes en ninguna, aquí te dejamos una lista de Spotify con 51 canciones para despertar y sonreir.

Durante el trabajo es bueno dejar tus problemas personales en casa, al igual que es bueno dejar tus problemas laborales en el trabajo y no llevártelos a casa. Es fácil decirlo y difícil hacerlo, pero como hemos comentado, se trata de un entrenamiento de la actitud que debes ir haciendo poco a poco. ¿Quién dijo que era fácil?

Así que repite con nosotros: Vas a trabajar, vas a estar con unos compañeros maravillosos, vas a llevar a cabo el punto 2, 3, 4 y 5 de este artículo y vas a sentirte útil. Volverás a casa con la sensación de haber hecho un buen trabajo y esto hará que duermas con la tranquilidad que siempre has querido.

2. Da las gracias, valora a tus compañeros y preocúpate por ellos

No sabes lo importante que es conectar física y emocionalmente con un compañero. Y no sabes lo fácil que es. Piensa cuándo fue la última vez que te acercaste a un compañero y le preguntaste cómo está, o le has dado una palmadita en la espalda, compartisteis una sonrisa o una situación de complicidad. Entra en el ascensor con una sonrisa y un “buenos días” que impregne a todos de buen rollo. Pasea por los pasillos con la mirada al frente, el paso decidido y, pase quien pase por tu lado, dedícale una sonrisa y un “Ey, ¿qué tal?

Tus compañeros pasan a ser las personas que más ves en tu día a día, más que a tu madre, tus hermanos, tus hijos… ¿no crees que creando un vínculo afectivo es todo más llevadero? Comparte las preocupaciones con ellos e intenta ayudarlos. Ellos harán lo mismo cuando tú lo necesites.

Pide perdón, asume responsabilidades, da las gracias, alaba el trabajo si así lo merece, realiza críticas constructivas y despídelos cada día con un “Mañana más y mejor”. Lleva pasteles a la oficina, apúntate los cumpleaños de cada uno de ellos y sé el primero en felicitarlos, déjales notas graciosas en el monitor o salid a almorzar un día juntos. Pero hazlo/hacedlo.

No hace falta que te digamos que debes dejar atrás a las personas tóxicas. Evita a la gente negativa a toda costa, el chisme y el cotilleo.  Y a este tipo de personas no vamos a dedicarle más de dos frases en todo el artículo porque no se lo merecen 🙂

3. ¿Cómo ser feliz? No hables en futuro o en pasado, vive al presente

No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Otro topicazo, pero es que es taaaaan cierto. No pienses en lo que llegarás a ser cuando te asciendan, ni lo que tendrás cuando te suban el sueldo, o lo que podrás llegar a hacer cuando te reduzcan la jornada laboral. Estarás con nosotros en que la vida pasa demasiado rápido y muchas veces estamos pensando en el ayer (qué bien lo pasamos cuando…) y en el futuro (cuando tenga dinero haré…). Pero bueno ¿por qué? El ahora es lo más importante, enfoca todos tus esfuerzos al presente y vive con intensidad cada momento.

Si quieres comprarte una moto, cómpratela. Si quieres hacer un viaje, hazlo. No te obsesiones con el salario. Si sientes que no estás bien remunerado, pide un aumento de sueldo o estudia la posibilidad de cambiar de empresa. Solo tú tienes el control de tu vida.

4. Tu espacio de trabajo debe estar organizado y tu también

Al igual que para los estudios necesitamos un espacio con un mínimo de luz, limpieza y orden, para trabajar no es menos. Archiva tus documentos e intenta reducir el número de folios, pos-its y notas que andan dando vueltas por tu escritorio. Dale ese toque personal a tu mesa: plantas, fotos de familia, lapicero. Así estarás “hogarizando” tu espacio de trabajo y te sentirás mucho mejor.

Si tu mesa está organizada, tu también debes estarlo: Dedica los primeros 10 minutos del día a ordenar tu mesa y revisar tu agenda: haz primero las cosas más fáciles y que te lleven menos tiempo y después dedícate a lo más complicado, para que puedas concentrarte con la sensación de que has hecho ya el resto de cosas pendientes. Prioriza por urgente e importante y no dejes nada para comenzar 15 minutos antes de terminar tu jornada laboral, ya que si no lo terminas genera frustración.  Deja esos 15 minutos para organizarte la agenda del día siguiente (márcate objetivos realistas, nada de metas inalcanzables) y ver todo lo que has hecho en el día. Y entonces, siéntete orgulloso.

¿Y qué hacemos con ese gran ladrón de tiempo? La clave de este apartado es la organización. Tu bandeja de correo debe estar organizada. Deja de mirar el correo constantemente y aprende a utilizar los filtros de mensajes para autocategorizarlos por orden de prioridad.

5. Mantén un ciclo de vida estable: Duerme, come bien y haz algo de deporte

Duerme tus 7 u 8 horas al día. Tu cuerpo y sobre todo tu mente necesita descansar para procesar toda la información que vas recibiendo a lo largo del día, necesita regenerarse para comenzar el día de forma renovada.

En el trabajo, haz pausas, sal a la calle, da un paseo, charla con algún compañero. Prohibido hablar de trabajo. Piensa que estos 15 minutos son para ti. Dedícatelos.

En cuanto a la comida, es importante que tu cuerpo esté bien nutrido para que tu mente pueda mantener índices buenos de productividad. No vamos a hablar de superalimentos, ni batidos energéticos, ni complementos alimenticios. Come fruta, verdura, pescado, carne, bebe agua y distribúyelo todo en 5 comidas al día: desayuno, mediodía, almuerzo, merienda y cena. No tiene mucha ciencia.

En cuanto al deporte, mira la diferencia:

  • La persona que trabaja en oficina y no “tiene tiempo” de hacer deporte:
    • No libera endorfinas
    • Más estrés, más riesgo de ansiedad y depresión
    • Se siente más pesado
    • No consigue coger el sueño con facilidad
  • Las persona que trabaja en oficina y saca tiempo para hacer deporte:
    • Libera endorfinas
    • Menos estrés, menos riesgos de ansiedad y depresión. Menos posibilidades de contractura, mejora de las articulaciones
    • Se siente más ligero y cuenta con un mejor sistema inmunitario
    • Duerme mejor o con más facilidad

¿Con qué opción te quedas? Está clarísimo. Si tu puesto de trabajo no es en oficina y estás constantemente en movimiento, no tienes de qué preocuparte, seguramente andarás una media de 6.000-10.000 pasos diarios, que es lo recomendado. A lo que nos referimos aquí no es que te conviertas en un deportista de élite, pero sí de mantener una actitud deportiva ante la vida.

  • Usa las escaleras en vez del ascensor.
  • Ve al trabajo andando o en bicicleta. Deja el coche para trayectos largos.
  • No te pares en la parada que te deja frente al trabajo, bájate en la siguiente y camina un poco.
  • Estira las piernas y la espalda en los descansos que hagas en el trabajo.
  • En casa, pasa la escoba o la aspiradora, pon la lavadora, ve al supermercado andando, etc.

Como verás, no hemos desvelado ningún secreto que no sepas. Todo es actitud, organización, amor por uno mismo y por los demás.

Esperamos que puedes aplicarlos todos y que cuando consigas llegar a ser feliz en el trabajo nos escribas para contarnos cuál es la canción que logra que todos los días saques una sonrisa.