Flexibilidad laboral: ¿reto o realidad?

La realidad socio-laboral de España ha cambiado radicalmente en los últimos años, de hecho el mundo laboral está en constante cambio tanto por la parte de la empresa como del empleado.

El trabajador ya no solo valora la estabilidad y el salario, también valora su tiempo libre y la posibilidad de tenerlo. Y la empresa ya no sólo valora el presencialismo para premiar así a los trabajadores que más tiempo permanezcan en su puesto de trabajo sin tener en cuenta su productividad o rendimiento, sino que han entendido que hay que premiar a los que son capaces de desempeñar su trabajo de manera eficaz en menos tiempo, bien sea porque son más resolutivos, organizados o tienen mayor capacidad.

Por lo tanto estamos en un momento de auge del ‘salario emocional, cada vez es mayor la demanda de flexibilidad en horario y espacio de trabajo para favorecer así la conciliación de la vida personal y laboral, es el llamado “flexiworking” o trabajo flexible, cuyo principal objetivo es hacer que el trabajador pueda establecer un equilibrio entre ambos aspectos de su vida.

Los límites del flexiworking vendrán marcados por la actividad y las necesidades de la empresa. Pero en principio cualquier aspecto puede adaptarse a las necesidades del trabajador: horario, lugar de trabajo, días libres, vacaciones, etc..

Soluciones de trabajo flexible

  • Flexibilidad en el horario de entrada y salida:  Cambiamos la hora fija de entrada por un intervalo horario establecido donde el empleado puede decidir cuando le viene mejor incorporarse a su puesto de trabajo, pudiendo así ajustar dicha entrada a necesidades propias o de terceros. Pero se respetan el total de horas estipuladas de trabajo.
  • Jornada continua y/o Turnos adaptados: Las jornadas continuas sin ninguna pausa o con algún pequeño descanso para comer ofrecen una mayor posibilidad de conciliación al trabajador. Pero los turnos adaptados según la situación personal y/o las preferencias aunque no son una jornada flexible es una solución de conciliación con muy buena aceptación por parte de los empleados. Se puede considerar como ofrecer horarios a medida.
  • Trabajo en base a objetivos: De esta manera el empleado puede trabajar más horas o haciendo diferentes tipos de jornada cuando el trabajo lo requiere y luego reducir dichas jornadas o tomar días libres cuando se terminan las tareas o proyecto que requería mayor dedicación.
  • Trabajo en remoto: Muchas de las tareas que realizamos en nuestra jornada laboral pueden ser realizadas desde cualquier lugar sin necesidad de estar en la oficina. Ofrecer esta posibilidad incentiva la productividad ya que no sólo flexibiliza los horarios, sino también la ubicación, nos permite trabajar desde casa, que con los medios tecnológicos que tenemos actualmente puede ser como si estuvieras presente en la oficina.

La flexibilidad laboral ha demostrado que supone ventajas tanto para los trabajadores como para la empresa como son:

  • Mejora en la conciliación de la vida personal y laboral de los empleados: lo cual produce una reducción del estrés,  aumento de la felicidad y el bienestar lo que se traduce en mayor rendimiento laboral.
  • Reducción de costes tanto para la empresa como el trabajador (ej. Transporte)
  • Aumenta el nivel de compromiso de los empleados con los proyectos o los objetivos de la compañía, pues sienten que la empresa está confiando en ellos y aumenta su vinculación con la misma.
  • Aportación a las políticas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) . Contribución a la reducción de la contaminación al no forzar desplazamientos.
  • Reducción del nivel de absentismo y el número de bajas laborales por enfermedad común

Aunque no todo son ventajas, ya que también se corre el riesgo de que el trabajador no gestione de manera eficiente la libertad que supone la flexibilidad laboral o que se pierdan los canales de información “informales” de un grupo de trabajo y esto afecte negativamente al rendimiento o cohesión del mismo.

Pero en general el impacto de la flexibilidad laboral es positivo y debería notarse en la productividad del personal. Eso sí, es necesario cierto grado de responsabilidad por parte de los empleados que disfrutan de ella.

En España son muchas las empresas que ya han implantado o están empezando a implantar programas de flexibilidad, y por ahora tienen mayores posibilidades de prosperar en empresas de menos de 50 trabajadores y /o más de 150, en las primeras por contar con número de trabajadores más asequible para hacer el seguimiento de las medidas y las segundas porque disponen de una estructura sólida que les permite poder realizar cambios organizativos sin que afecte a su funcionamiento.

¿Llegaremos a disfrutar esta flexibilidad laboral en todas las empresas?