El acoso laboral o mobbing puede causar graves problemas psicológicos a la persona que lo sufre. Por ello es fundamental actuar con agilidad, determinando si existe acoso laboral y, en caso afirmativo, tomar las medidas oportunas para combatirlo.
Lo primero que tenemos que tener claro es si realmente estamos ante un caso de acoso laboral, dado que es una acusación grave y que tiene sus consecuencias.
El acoso laboral o mobbing es una práctica ejercida en el ámbito del trabajo, la cual consiste en someter a un empleado a presión psicológica para provocar su marginación. En definitiva, son comportamientos y conductas abusivas y/o discriminatorias dirigidas a degradar psicológicamente a un trabajador, y que pueden provenir tanto de un superior jerárquico como de compañeros de trabajo.
La mayoría de las veces estas conductas de acoso laboral están motivadas por enemistad, discriminación (racial, sexual, por creencias, etc.), o envidias.
A continuación te ofrecemos algunos ejemplos de situaciones y conductas que pueden implicar acoso laboral:
– Separación y aislamiento respecto del resto de compañeros, tanto físicamente como con prohibiciones de comunicación.
– No dar carga de trabajo, encargar trabajos degradantes o que corresponden a trabajos de inferior categoría. O, por el contrario, encomendar una sobrecarga excesiva de trabajo.
– Insultos y ofensas verbales, amenazas, frases discriminatorias, intimidación, etc.
– Trato totalmente diferenciado y discriminatorio respecto al resto de compañeros.
– Ataques a la vida privada del trabajador.
Este tipo de conductas abusivas tienen graves consecuencias, tanto en la persona que las sufre como en el entorno de trabajo, tales como:
– Lesión de la autoestima, dignidad e integridad (moral y/o física) del trabajador.
– Causa graves problemas psicológicos en la persona afectada (depresión, ansiedad, estrés, etc.)
– Afecta gravemente al trabajador en su rendimiento laboral y en su vida personal.
– Crea un entorno de trabajo hostil, humillante, ofensivo e intimidatorio.
El primer paso y fundamental es conseguir pruebas que demuestren el acoso laboral o mobbing, recopilando todas las evidencias posibles:
– Documentos escritos (correos, circulares, notas, encargos u órdenes de trabajo, notificaciones de cambios de puestos o de funciones, etc.)
– Conversaciones grabadas. En los juicios laborales se pueden utilizar estas grabaciones siempre que el trabajador participe en la conversación, sin tener que avisar que se está grabando.
– Testigos que puedan declarar sobre los hechos (compañeros, clientes, etc.)
– Fotografías de los hechos.
– Vídeos de cámaras de seguridad que pueda tener el centro de trabajo.
Una vez tengamos las pruebas del acoso, dado que son situaciones complejas se aconseja contar con asesoramiento profesional, preferiblemente un abogado laboralista experto en acoso laboral, con objeto de que indique los pasos a dar en casa momento. No obstante, dependiendo del tipo de acoso y de las pruebas recopiladas, existen dos posibles vías de actuación:
a) Denunciar el acoso sin tener acudir a los juzgados, poniéndolo en conocimiento del Comité de Seguridad y Salud de la empresa (en el caso de que exista), o comunicándolo a los representantes de los trabajadores, o denunciándolo a la propia dirección de la empresa (cuando el acoso no provenga de la propia dirección), para que dentro de la empresa se investiguen los hechos y se tomen las medidas necesarias. También se puede comprobar si en el Convenio Colectivo existe un protocolo frente al acoso, y en ese caso activarlo, o presentar una denuncia ante la Inspección de Trabajo (adjuntando copia de las pruebas que se tengan).
b) Acudir a la vía judicial. En este caso existen varias jurisdicciones a las que acudir y procedimientos laborales que se pueden poner en marcha (desde una demandan por tutela de Derechos Fundamentales, a un procedimiento para extinguir la relación laboral, o reclamar todos los derechos), y es por ello que aconsejamos acudir a un abogado laboralista.
Además, en caso de que la situación sea insostenible, el trabajador acosado debe acudir al médico de cabecera, informándole de estos hechos y si la situación lo requiere, solicitando la baja médica. Tanto el médico de cabecera como el especialista pueden elaborar un informe en el cual se detalle el estado del trabajador y si padece enfermedad, y estos informes médicos y psicológicos pasarían a formar parte del conjunto de pruebas del trabajador.
Por último, si sufres acoso laboral o si conoces a alguien que lo sufre, es muy importante la persona no se sienta culpable de la situación que está viviendo. Debe ser consciente de que es inocente y que no ha hecho nada para merecer el acoso que está sufriendo.
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