Qué es el Job Sharing

Si traducimos el término Job Sharing no es más que hablar del trabajo compartido entre dos empleados dentro de un mismo puesto de trabajo en una empresa. Se trata de una modalidad de trabajo interesante, aunque no muy presente en el mercado laboral español (aunque sí en Suiza, Reino Unido, Alemania, Australia, Estados Unidos y Canadá). Cómo se articula es de lo que vamos a hablar en este artículo.

Qué es lo que se comparte (o divide) en el job sharing

  • Los horarios.
  • Las tareas.
  • El sueldo.
  • Los beneficios.
  • Las responsabilidades. Éstas deben quedar muy claras pues pueden ser:
    • Compartidas: Ambas partes son responsables del trabajo global.
    • Divididas: Se dividen por proyectos, tareas o clientes.

Todo esto suena a una situación muy idílica pues mantienes una jornada laboral más corta de la habitual que te permite tener vida social/familiar mucho más completa y satisfactoria. Incluso a nivel profesional te permite trabajar en equipo con otra persona que puede potenciar ciertas facetas profesionales de tu perfil. Se trata también de aprender del uno del otro, de conectar, de saber respetar decisiones, etc.

Eso sí, tienes que dar con tu alma gemela profesional, que no se note que falte uno. Hay que trabajar muy bien la parte comunicativa, los objetivos del puesto, las tareas y delimitar dónde empiezan y acaban las responsabilidades de cada uno.

¿Es compatible el job sharing con cualquier tipo de trabajo?

Evidentemente no. Es más factible llevarlo a cabo en puestos donde hay tareas repetitivas y no tanto en las creativas.

En la actualidad, hay algunas empresas que practican esta modalidad de trabajo, grandes corporaciones como Unilever, Microsoft o Siemens. Y es que tiene algunas ventajas para el empleador:

  • Dos cabezas piensan mejor que una, por lo que se pueden aportar mejores soluciones a cualquier problemática acontecida.
  • Retención del talento pues el trabajador está más contento al tener más flexibilidad en su vida social.
  • Reducción del absentismo al ser puesto compartido, uno se siente más comprometido por no dejar al otro solo frente al peligro.
  • El puesto está siempre cubierto, puesto que no se pisan en vacaciones.

 

 

¿Has practicado alguna vez el job sharing? ¡Nos gustaría conocer tu experiencia!