¿Porqué unas personas son más productivas que otras en aparente igualdad de condiciones?
En el rendimiento laboral influyen muchos factores, tanto intrínsecos a la organización (por ejemplo el estilo de liderazgo que implanta la dirección, la estructura de la empresa, la organización dentro de los departamentos, la cultura, etc) como del trabajador (aspectos personales o familiares) o factores externos (la temperatura, iluminación, ambiente de trabajo, relación con los compañeros, etc.. que pueden afectar en la motivación y el estrés).
Pero independientemente de todos estos factores que influyen en la productividad hay algo que diferencia a las personas altamente productivas y esto son sus hábitos.
Para hablar de los hábitos más comunes que podemos encontrar en las personas altamente productivas nos centraremos en las aportaciones realizadas por Paul Rulkens y Robert Pozen, expertos en el alto rendimiento, los cuales nos detallan 12 puntos a entrenar para poder potenciar nuestra productividad y que sin duda comparten las personas altamente productivas:
Un aspecto a destacar de las personas altamente productivas es su capacidad para establecer sus objetivos de una manera clara, definiendo también con total claridad lo que quieren conseguir a largo plazo, centrándose así en lo que resulta realmente importante para la consecución de estos objetivos.
A veces se confunde lo urgente con lo importante, y son cosas completamente distintas, lo importante viene determinado por nuestra misión y nuestros objetivos mientras que lo urgente viene determinado por agentes externos como necesidades de otras personas o la necesidad de inmediatez en la resolución de algo que no tiene porqué ser importante, pero sí nos puede hacer perder mucho tiempo solucionando estas inmediateces y por tanto desviarnos de lo realmente importante.
Según los autores es de vital importancia para lograr una óptima productividad tanto la organización de las tareas como el establecimiento de los objetivos. Por tanto es muy importante planificar nuestras tareas pendientes para cada día en función de su importancia.
«Debes encontrar el mejor sistema para acceder fácilmente a toda la información y recursos que necesites» nos recomienda Pozen. Ya que poder disponer de los datos o material oportuno en el momento preciso es crucial para optimizar tiempo y esfuerzo y por tanto un aspecto muy importante para poder ser altamente productivo.
Aunque no suene atractivo fijar rutinas es muy importante y una persona altamente productiva es consciente de ello, por eso suele fijar unas rutinas para las actividades diarias como por ejemplo levantarse siempre a la misma hora, hacer el mismo desayuno o preparar la ropa antes de acostarse para no perder tiempo por la mañana, de manera que se empieza el día optimizando el tiempo y puedes centrarte en los asuntos importantes.
Cualquier momento de espera o situación en la que se considera tiempo muerto y por tanto tiempo perdido es un buen momento para realizar alguna tarea rápida que tengamos planificada y pendiente, como responder correos electrónicos o hacer una llamada o consultar alguna información. De esta manera una persona altamente productiva rentabiliza el tiempo siempre.
Las reuniones son una dinámica de trabajo muy habitual, pero no siempre son de utilidad, a veces suponen una pérdida de tiempo si no se tiene el objetivo de su convocatoria claro o si no se sacan conclusiones o “tareas” a realizar en relación con el tema tratado. Por eso hay que intentar asistir a reuniones que sean productivas.
Es muy habitual aplazar las cosas o tareas que no nos gustan o que no queremos hacer para otro momento, quedando aplazadas constantemente, pero es primordial superar esta tendencia para un alto rendimiento y afrontar los temas o situaciones difíciles con éxito.
Es importante evitar el perfeccionismo, ya que un alto grado de perfeccionismo sólo provoca inseguridad, estrés y nerviosismo porque no es habitualmente alcanzable. Por ello las personas altamente productivas huyen de él.
Si cuadramos nuestra agenda de una manera muy forzada es posible que ante algún imprevisto no podamos gestionarlo bien o afecte a la productividad de las tareas posteriores o a la concentración si tenemos reuniones, etc..
Es importante dejar un hueco entre reuniones y/o tareas por si una se alarga, ocurre algo inesperado que gestionar o simplemente para poder asimilar la información recibida y reflexionar en ella. Por ello una persona altamente productiva gestiona su tiempo con inteligencia para poder sortear cualquier imprevisto.
La multitarea es una práctica habitual y crucial en las personas altamente productivas, pero hay que saber qué tareas compaginar, de manera que sean complementarias, compaginando siempre algo importante con tareas sencillas.
Para ser una persona altamente productiva es esencial dedicar tu tiempo y esfuerzo a las tareas y cuestiones más importantes, por eso es igual de esencial identificar las tareas menos importantes o que suponen una pérdida de tiempo y saber delegarlas.
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