La figura del orientador laboral está encaminada a ayudar en programas de apoyo a la inserción laboral, informando, asesorando y ayudando a desarrollar competencias profesionales, a personas en situación de desempleo.
El orientador laboral debe ser un facilitador. La orientación debe ser muy personalizada, y centrarse en las necesidades de cada candidato.
Una de las competencias más importantes que debe poseer este perfil profesional es la empatía. También debe trabajar la escucha activa, ser proactivos, y tener iniciativa. Otra habilidad que adquiere relevancia en este perfil del orientador laboral, es la capacidad comunicativa, así como saber transmitir distintas ideas para dirigirse a diferentes tipos de personas.
Además, es fundamental que posea competencias digitales para la búsqueda de nuevas tendencias, recursos, herramientas, técnicas, etc.
Por último, es primordial que sepa ver la realidad de forma objetiva y mantenga una actitud positiva, siendo una fuente de motivación para sí mismo y aquellas personas a las que oriente.
A groso modo, entre las tareas de las que se encarga el orientador laboral se encuentran las siguientes:
En resumen, un orientador laboral es una profesión totalmente vocacional, que trata de ayudar a personas a tomar decisiones y prepararlas para su futuro profesional.
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